América Latina mira a América Latina: hacia la construcción de la Patria Grande

Fidel Castro Ruz: «Ayer fuimos enorme colonia; podemos ser mañana una gran comunidad de pueblos estrechamente unidos. La naturaleza nos dio riquezas insuperables, y la historia nos dio raíces, idioma, cultura y vínculos comunes como no tiene ninguna otra región de la Tierra».

Desde la emancipación de las colonias americanas existió un anhelo de unidad más allá de lo espiritual, una construcción estratégica que garantizase la verdadera independencia de los pueblos y su desarrollo. La única forma para liberarse de la presión colonial europea y también de la presión que poco a poco iba a ejercer el vecino del norte.

60aba500d385d.1907873_10203909281746637_3275160527504317619_n.jpg

El siglo XIX: La tierra deseada

La independencia de las colonias americanas pertenecientes al Imperio Español se produce como fruto de su época, de la ideología de su época y de las relaciones internacionales y las contradicciones geoestratégicas y comerciales de las potencias mundiales.

En ese sentido debemos entender que todo el proceso se produjo como fruto de una situación de estrés político y militar continuado donde gran parte del resultado dependió más de esas luchas geoestratégicas que de un voluntarismo ideal de sus participantes.

Para la década de los 20’ del siglo XIX ya se había producido la emancipación casi completa de las colonias que España mantenía en América. En el norte, México se consolidaba tras su experiencia imperial como los Estados Unidos Mexicanos, las provincias de Centroamérica, que habían roto con el imperio mexicano, formaban la República Federal de Centroamérica (Guatemala, Honduras, Costa Rica y Nicaragua); al sur, Chile, Perú y las Provincias del Río de la Plata ya levantaban también posibles proyectos nacionales. Y en la orilla sur del Caribe florecía el gran proyecto de Bolívar: la Gran Colombia o la República de Colombia.

Cabe destacar que en todo momento la alianza entre ellos queda latente. Acuerdos principalmente militares, de apoyo contra la dominación española, y la no existencia de un sentimiento de Estado-Nación a la europea, pero si un origen y enemigo común en esas luchas representado por el Imperio Español, creaban las condiciones para desarrollar un nuevo proyecto de país desde su propia base. Tratados como el de Unión, Liga y Confederación Perpetua que desde 1822 y hasta 1826 la República de Colombia firmó con Perú, México, Chile, Centroamérica y el Río de la Plata, mostraban esta relación de comprensión y apoyo recíproco.

Sin embargo, estos pueblos no iban a poder desarrollar sus proyectos de forma independiente, iban a estar profundamente determinados por el contexto geopolítico en el que se desarrolla su emancipación colonial.

Otros actores intervenían directamente en el devenir regional y en las relaciones diplomáticas de los nuevos países que se estaban desarrollando. Ante el enemigo evidente que era el Imperio Español, los libertadores habían solicitado apoyo del Imperio Británico, así como el Imperio Español y también el Imperio Francés habían apoyado la independencia de las colonias británicas que dieron paso a la creación de los Estados Unidos de América. Es decir, no debía sorprender este uso interesado de los propios enfrentamientos naturales entre las potencias imperiales. Es más, el Imperio Español dotó de armas, medicinas, ayuda financiera e incluso un destacamento de 11000 hombres para ayudar a la Revolución de las 13 colonias que serían la raíz de creación de los Estados Unidos de América con la clara intención de debilitar con ello al Imperio Británico. Por su parte, el Imperio Británico, en un contexto muy diferente también otorga ayudas de forma directa o indirecta a los libertadores de Hispanoamérica, destacando sobre todo la ayuda que se conoce se otorgó a Simón Bolívar. Pero como decía el contexto era diferente y la estrategia británica iba más allá de debilitar a un Imperio al que en ese punto ya veía en clara decadencia, y aunque, en efecto este elemento es importante, la aspiración más evidente de los británicos era abrir sus propias redes comerciales y de influencia en América del Sur. Como ya se había podido comprobar entre 1806-1807 cuando el Imperio Británico invadió directamente el Río de la Plata llegando a ocupar las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. Desalojados por las milicias internas poco después.

60aba500d4b1e.10980184_10204690621159634_7437050321561673329_o.jpg

«América para los americanos»

Otro participante activo en el devenir del desarrollo de la independencia de las colonias del Imperio Español en América fue EEUU. Un país creado por la rebelión de 13 colonias británicas que declararía su independencia el 4 de Julio de 1776, siendo el primer país resultante de los procesos de independencia en el continente americano.

«Apoyar un programa que buscara incitar a la revuelta en la Colonia de una nación amiga, con la intención de intervenir en el momento oportuno con el propósito de adquirirla», esta era la propuesta de James Madison, presidente de los EEUU y predecesor de James Monroe, ante las luchas de independencia en Hispanoamérica. Cualquiera podría pensar que fue James Madison, a inicios del siglo XIX, el precursor de las «primaveras de colores» que tanto beneficio aún sigue dando a los Estados Unidos de América.

Como referente inicial de esta política destaca el caso de las Floridas (pertenecientes al Imperio Español en ese momento). La anexión de Florida le tomó a EEUU más de veinte años donde combinó ataques armados con la diplomacia y la presión internacional, una auténtica guerra de desgaste que también será utilizada por los EEUU para anexionarse parte del territorio mexicano, como eran los Estados de California, Nuevo México o Texas entre otros. Una estrategia similar a la que aún hoy somete a países como Cuba o Venezuela con la intención ya no de una invasión directa sino de un control hegemónico regional.

El principio del siglo XIX fue una etapa convulsa para el desarrollo de las relaciones internacionales, un juego de alianzas y estrategias que marcarían el futuro de Europa y también de una América que empezaba a construir países soberanos tras distintos procesos de independencia. Para comprender América como continente hoy, es fundamental atender a como se manejaron las relaciones internacionales entonces.

Y así llegamos a la famosa Doctrina Monroe. El contexto era el siguiente. En Europa se había creado la Santa Alianza, para proteger los valores del antiguo régimen frente al avance de las revoluciones liberales. En ese contexto, Francia envía los Cien Mil Hijos de San Luis a España donde derrocan la revolución liberal del Coronel Rafael de Riego. George Canning, Ministro de Asuntos exteriores de Inglaterra, se pone en contacto con los EEUU para solicitar la creación de una declaración conjunta contra una posible maniobra de la Santa Alianza para devolver al absolutismo español, recién impuesto, los territorios hispanoamericanos liberados. Esta estrategia británica es contestada por los EEUU con una rápida y por supuesto interesada contra-estrategia, la famosa Doctrina Monroe: «América para los americanos». A través de esta doctrina EEUU se garantiza al largo plazo dos cosas: una posición clara de enfrentamiento al avance colonial europeo en América y paralelamente una garantía para expandirse por el propio territorio americano. Así, el auténtico autor intelectual de la Doctrina Monroe, quien fue Secretario de Estado de Monroe y posteriormente presidente de los EEUU, John Quincy Adams, en los debates previos a la presentación de la Doctrina, dejaría clara su auténtica motivación: Estados Unidos debía aprovechar la oportunidad para hacer una declaración unilateral «que ate las manos de todas las potencias, Inglaterra inclusive, pero que se las deje libres, entera, absolutamente libres en América, a Estados Unidos».

Por tanto, la América Hispana liberada nace y se empieza a desarrollar en un contexto donde múltiples potencias, algunas imperiales, otras en ascenso, miran golosas el potencial de su sometimiento.

La América Hispana liberada nace y se empieza a desarrollar en un contexto donde múltiples potencias, algunas imperiales, otras en ascenso, miran golosas el potencial de su sometimiento

60aba500d597d.11043424_10204932879055930_7709825956460804627_o.jpg

¿Cómo hacer frente a esta situación?

Es en este contexto en el que sobre todo liderado por Bolívar se empieza a plantear la necesidad de una estrategia colectiva para «Nuestra América» (así llamada por los libertadores), donde destaca la «Asamblea del Istmo» o «Congreso del Istmo» (ya que se celebraría en Panamá, parte de la República de Colombia), en 1826 y que sería la mayor iniciativa diplomática hasta el momento. Un evento al que fueron invitados todos los países americanos incluido EEUU.

El plan de Bolívar también estaba condicionado por distintos intereses: por un lado, garantizar unas relaciones en muchas ocasiones tensas con EEUU para obtener con ello el reconocimiento como país, además de distintas coberturas comerciales que se habían precisado durante todo el proceso bélico de independencia. Por otro lado, la necesidad imperiosa de evitar una nueva invasión española desde los territorios que aún permanecían bajo el dominio de su imperio: Cuba y Puerto Rico.

En este segundo punto, coincidiendo además con los intereses de México, se fortalecen de nuevo las relaciones entre la américa recién independizada del Imperio Español.

EEUU en cambio, no ve con buenos ojos una intervención en Cuba, ya que no creían que una Cuba independiente pudiese ser útil a sus objetivos, sobre todo por el temor a que en el fulgor de la emancipación colonial se propiciasen unas revueltas de fuerte carácter racial, dada la mayoría de población esclava que había en la isla caribeña, que como las que ya habían ocurrido en Haití pudiesen salpicar y extenderse por su territorio aún esclavista; y a la vez, tampoco deseaba que pudiese ser anexionada a Colombia o a México o establecer alianzas estrechas entre ellos, ya que supondría el control del centro de América y del Mar Caribe y por tanto un freno a la capacidad expansiva de los propios EEUU.

Las distintas contradicciones e intereses creados impidieron llegar a ningún acuerdo definitivo.

El final del siglo XIX y principios del siglo XX se caracterizarán por el aumento de las disputas caudillistas dentro de los países recién formados en la américa hispana, en la creación de una mitología propia y una construcción nacional racista y profundamente elitista que fomentaba aún más las disputas y la creación de múltiples «patrias chicas» incluso dentro de un mismo país formal, de diferencias sociales profundas, que se alejaban cada vez más de la idea de una Patria Grande que garantizaría el desarrollo de esos pueblos en base a una idea conjunta de emancipación. En ese contexto, y dado el carácter expansionista que ya estaba mostrando EEUU, al igual que otras potencias como Francia o Inglaterra, se aprovecharán esas guerras internas para el beneficio de estos interesados participantes creando lazos de dependencia para unos pueblos que habían luchado duro precisamente por su independencia.

Es así como al final del siglo XIX el concepto de «Nuestra América», defendido por los libertadores decimonónicos, resurge no solo como un elemento contra el control colonial de los imperios europeos sino también como un elemento de resistencia ante el avance expansionista de los EEUU. Así destacarán obras como «Ariel» del político y escritor uruguayo José Enrique Rodó, donde opondrá «Ariel», la América latina, a «Calibán», la América anglosajona, utilitarista y expansionista. Y fundamentalmente el Padre de la Patria Cubana, José Martí, que reformula el concepto de lo latinoamericano y supera la visión de desgaste que se había producido en la Patria Grande. Niega el derecho a los EEUU de apropiarse de América, de la palabra y del continente; añade al enfrentamiento directo con el imperio del norte una hermosa defensa del panamericanismo de los pueblos latinos; una comprensión concreta de lo que debe significar «Nuestra América» que rompe los moldes del liberalismo trasnochado de las guerras caudillescas, defendiendo el mestizaje americano y el sincretismo como elementos fundacionales y genuinos que deben ser la clave para su desarrollo, defendiendo el progreso social frente a la «aldea colonial» y sentando con todo ello las bases de una nueva fase ideológica para el continente. Con Martí renace más allá de lo simbólico la necesidad urgente de la Patria Grande como motor de la historia de los pueblos americanos.

60aba500d69fb.kkj-5_.jpg

El siglo XX: Desarrollismo dependiente y economías desiguales

«Mientras que los Estados Unidos y los países de Europa Occidental recorrían todos los ciclos de la revolución burguesa y de las transformaciones capitalistas, América Latina parecía haberse embarrancado en la fase de implantación del capitalismo, cuando este coexiste con las reminiscencias feudales que deforman su desarrollo».

Kiva Maidanik, Alcance y vigencia de la revolución latinoamericana

Durante estos años vemos como se produce un sistema de desarrollo económico «hacia afuera», dominado por las exportaciones de materias primas y profundamente dependiente. Esto provoca que incluso en países donde se produce una fuerte industrialización solo se llegue a un nivel medio de desarrollo capitalista y que esto se produzca de una forma dependiente imposibilita el paso a una fase de gran industria. Aun así se ven diferencias entre las distintas zonas regionales, el historiador y politólogo soviético latinoamericanista, Kiva Maidánik, en su libro, La crisis socio-política en América Latina y sus perspectivas de superación (1973), distingue tres zonas fundamentales con tres grados de desarrollo específicos: los del cono sur (Argentina, Uruguay, Chile y, en parte, Brasil) que constituyen el grupo de países más desarrollados de América Latina, los países norandinos (Colombia, Perú) que se encuentran en el segundo escalón; y los países de Centroamérica que constituyen el grupo de países más atrasados.

Marta Harnecker, socióloga marxista chilena, en su libro «Lenin. Revolución social y América Latina» (1986), considera que son todos estos elementos los que propician un contexto de crisis estructural que solo puede ser superada con la liquidación de las reminiscencias feudales y con la ruptura del multiforme sistema de explotación capitalista sobre el continente.

Hacia mitad del siglo XX esto desemboca en un choque entre dos posturas ideológicas radicalmente opuestas: la lucha social revolucionaria, profundamente antiimperialista frente a los que defienden la necesidad de un desarrollo industrial capitalista que en ese contexto solo puede producirse asumiendo el propio desarrollo dependiente del imperialismo. El primero de los bloques dará lugar al triunfo de la Revolución cubana en 1959; el segundo, a una oligarquía parasitaria completamente alineada a los intereses del imperialismo, sobre todo del estadounidense. Cabe destacar que en países como México o Argentina hay períodos donde se intenta un proceso de capitalismo de corte nacionalista que igualmente son derribados desde el exterior.

Pero volvamos al contexto internacional. En 1917 triunfa en la antigua rusia zarista el primer estado de obreros y campesinos, dando paso a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La primera experiencia exitosa de un proyecto revolucionario marxista superador del modo de producción capitalista. Tras la segunda guerra mundial, y la victoria soviética contra los nazis, EEUU quien participa en la última etapa de la guerra en el bando de los aliados, empieza a consolidar su poder centrando en este caso su objetivo fundamental contra la URSS quien poco a poco y gracias a su modelo socialista de desarrollo se convertirá en la primera potencia mundial, una potencia mundial que además será firme defensora de los procesos de autodeterminación de los pueblos y del antiimperialismo. Entendiendo en base al análisis materialista de la historia al imperialismo como la fase superior del modo de producción capitalista.

EEUU bajo el pretexto de la reconstrucción del continente europeo destruido durante la guerra, se introduce a través de ayudas como el Plan Marshall en los países occidentales de Europa, creando una nueva zona de expansión y un marco de encuentro entre las potencias imperialistas que temen que una nueva contienda entre ellas pueda propiciar, como ya propició en 1917, una expansión mayor del socialismo por Europa o el mundo.

Es en este contexto, en 1947 tras el discurso que definió la doctrina Truman (de claro componente anticomunista) cuando se abrió paso a la injerencia de EEUU en políticas de terceros países, asumiendo como válido que la no expansión del comunismo era vital para su seguridad nacional. El 18 de Septiembre de ese mismo año, surge la CIA (Central Intelligence Agency) con la misión inicial de evitar la expansión del comunismo. En 1949 se le concede la potestad para investigar sin necesidad de autorización judicial, expedientes administrativos y fiscales. Había nacido la «policía del mundo».

Con todo ello comienza una extensa lista de intervenciones injerencistas de EEUU en Latinoamérica, golpes de estado, guerrillas paramilitares de mercenarios, bloqueos económicos o sanciones que buscan evitar que la situación de crisis estructural y estancamiento de los países de América Latina explote como luchas de liberación nacional y desarrollo económico y social independiente. EEUU pone su vista en evitar que la Revolución cubana sirva como ejemplo para los demás pueblos de Latinoamérica. Las políticas anticomunistas se convierten así en el fundamento ideológico de la lucha contra la emancipación de los pueblos. Incluida la liberación en los propios EEUU donde la persecución política y sindical conocida como la «Caza de Brujas», convertirá a toda la izquierda estadounidense en «enemigo» de su propio país. Las consecuencias ideológicas, políticas, sociales y económicas de esta guerra serán fundamentales para agudizar las contradicciones que hoy se reflejan en las manifestaciones antirracistas, en la gestión deficiente de la crisis del Covid y en otros elementos coyunturales nacidos sobre una estructura de dominación que pretendió ganar tiempo contra el propio avance de la historia apoyándose en la explotación de los pueblos.

Desde 1948, EEUU interviene participando en golpes de estado en Venezuela (1948), Paraguay (1954), Guatemala (1954), República Dominicana (1963), Brasil (1964), Argentina (1966 y 1976), Bolivia (1971), Uruguay (1973), Chile (1973), El Salvador (1979), Panamá (1989)…entre otros. Así como sosteniendo dictaduras afines como con la de Familia Somoza en Nicaragua. Recordemos la mítica frase de Franklin Delano Roosevelt al respecto de Anastasio Somoza García: «Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta». En consonancia tras la revolución sandinista, EEUU financia a la contra, y establece nuevos mecanismos de desestabilización que llevaron a la caída del gobierno sandinista en 1990.

Igualmente, ya en la década de los 90 del siglo XX, según una investigación del 'The Center for Public Integrity', con sede en Washington, se reveló el estrecho vínculo entre Vladimiro Montesinos y la CIA. La agencia estadounidense le suministró entre 1990 y el 2000 no menos de 10 millones de dólares en efectivo. Un elemento fundamental que sostuvo el «autogolpe» de Alberto Fujimori en Perú.

EEUU por tanto ha trabajado duro por mantener ese «patio trasero» que necesita para seguir actuando como bloque y garantizar su hegemonía.

60aba500daa6f.kkj-16_.jpg

Y entonces llegó Chávez…

No entraré a contextualizar uno a uno los motivos por los que se produce el Proceso Bolivariano en Venezuela porque daría para otro artículo pero lo que está claro y de alguna forma se va a repetir en distintos escenarios es que la situación de crisis estructural se agudiza, la lucha de clases se hace más presente y eso lleva a una crisis en los distintos regímenes políticos de varios países que dan paso a lo que se conoce como los Gobiernos Progresistas latinoamericanos.

A menudo desde Europa se tiende a hacer una analogía simplona entre muchos de estos gobiernos y las apuestas socialdemócratas europeas. Es cierto que en la mayoría de los casos se trata de procesos populares, abiertos a la participación de muchos sectores sociales, y no exactamente liderados por ninguna corriente marxista-leninista. No obstante, ¿por qué son objetivamente progresistas y nada comparables a la socialdemocracia europea?

¿Por qué los gobiernos progresistas latinoamericanos son objetivamente progresistas y nada comparables a la socialdemocracia europea?

Para empezar, debemos contextualizar el surgimiento de todos estos movimientos populares dentro de una tensión política que refleja una agudización de todas las contradicciones históricas que hemos venido abordando. Por una parte, el embiste del imperialismo, lo que supone una falta de soberanía política y de desarrollo económico independiente; por otra parte, la necesidad en muchos de esos países de una construcción nacional acorde a sus realidades genuinas, unas realidades marcadas por su propia historia y la diversidad étnica y cultural de esos pueblos.

Así el gran momento de flujo revolucionario, en tanto fruto de esa agudización y enmarcado dentro de la ruptura con los regímenes anteriores (cada país dentro de su propia circunstancia), tendrá lugar en torno a la primera década del siglo XXI. Gobiernos progresistas o al menos rupturistas en Venezuela, Bolivia, Argentina, Brasil, Honduras y Ecuador, el retorno del sandinismo a Nicaragua y el refuerzo que este nuevo contexto daba a la Revolución Cubana, que había sobrevivido aislada del mundo desde la caía de la URSS, generan un nuevo escenario que hace que se refuercen de nuevo los lazos de la unidad de lucha para el progreso social de los pueblos.

Por su parte, EEUU, que había resultado vencedor en la guerra fría empezaba, aún sin sospecharlo, su propia caída. Tras 2003 y la guerra de Irak, donde la potencia hegemónica de EEUU llegó a su zenit, comienza el declive de su hegemonía con el avance económico de lo que se llamarán las potencias emergentes: Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica. El mundo unipolar soñado por EEUU, donde nadie le podía hacer sombra, empieza a desmoronarse dando paso poco a poco a un nuevo período multipolar donde EEUU empezará a perder su capacidad de influencia comercial y política, mientras mantiene su hegemonía militar que le lleva a múltiples aventuras bélicas en distintas partes del mundo.

60aba500d9c39.kkj-11.jpg

Multilateralismo y desarrollo en América Latina

En este contexto se desarrollan múltiples organismos que buscan la cooperación entre los pueblos para romper con la clásica estructura de dominación, a modo de ejemplo del carácter estratégico de estas alianzas señalaré dos de ellas: La Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) y UNASUR.

El ALBA surge en diciembre de 2004 promovida por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías y el presidente de Cuba, Fidel Castro. Sirve de respuesta al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), firmado en Miami en 1994 y que abarcaba a todos los países del continente salvo a Cuba. Recordemos que en estos años el intento constante de asfixiar a Cuba se intensifica mediante su aislamiento internacional. Este sistema de libre comercio, entre economías completamente desiguales y por tanto beneficioso para la economía más fuerte del bloque, es decir EEUU, debía comenzar su andadura a partir de la IV Cumbre de las Américas en 2005. Los acuerdos del ALCA eran similares a los tratados de libre comercio que se negocian bilateralmente. Entre otros temas regulaba la reducción de las barreras arancelarias y el acceso a mercados, bienes y servicios de intercambio comercial, inversión extranjera, privatización de bienes y servicios públicos, agricultura, derechos de propiedad intelectual, subsidios y medidas antidumping, libre competencia y resolución de diferendos.

Por su parte el ALBA apuesta por:

  1. El comercio y la inversión no deben ser fines en sí mismos.
  2. Trato especial y diferenciado a los países.
  3. La complementariedad económica y la cooperación entre los países participantes, y la no competencia entre países y producciones.
  4. Cooperación y solidaridad que se exprese en planes especiales para los países menos desarrollados en la región.
  5. Creación del Fondo de Emergencia Social.
  6. Desarrollo integrador de las comunicaciones y el transporte entre los países latinoamericanos y caribeños.
  7. Acciones para propiciar la sostenibilidad del desarrollo mediante normas que protejan el medio ambiente.
  8. Integración energética entre los países de la región.
  9. Fomento de las inversiones de capitales latinoamericanos en la propia América Latina y el Caribe.
  10. Defensa de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región.
  11. Medidas para las normas de propiedad intelectual.
  12. Concertación de posiciones en la esfera multilateral y en los procesos de negociación de todo tipo con países y bloques de otras regiones.

Entre sus logros destaca la erradicación del analfabetismo en tres países de la región: Venezuela (2005), Bolivia (2008) y Nicaragua (2009). La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) con sedes en Cuba y Venezuela, que ha favorecido la formación de médicos, así como avances en investigación científica y técnica. La soberanía comunicacional como con el desarrollo del canal informativo TeleSur. Además de ejercer como bloque con capacidad internacional para presionar sobre el bloqueo contra Cuba, las sanciones a Venezuela o la denuncia del Golpe de Estado en Honduras en 2009.

Además del ALBA cabe destacar la creación de UNASUR (Unión de Naciones de América del Sur). Donde además de las líneas de comercio también se une el desarrollo y la capacidad colectiva de mejoras estructurales. Rompiendo el eje de poder de EEUU, con UNASUR, en 2011, se abre un proceso de multipolaridad. Inicialmente participan los 11 países de América del Sur.

Como proyectos destacan El Banco del Sur o la moneda SUCRE (para intercambios comerciales) que buscan profundizar en la creación de un espacio económico conjunto para el desarrollo.

Desgraciadamente, esta explosión de ideas y acuerdos cae en reflujo debido a distintas agresiones que padecen algunos de sus países protagonistas. Con el Golpe de Estado en Honduras en 2009 se inaugura una nueva etapa de asfixia contra los pueblos latinoamericanos. Así durante la Administración Obama, se derrocó al presidente de Honduras Manuel Zelaya; a través del Lawfare, EEUU expulsó a Dilma Roussef de la presidencia de Brasil, y encarceló a Lula; abrió 30 causas contra Rafael Correa, mientras que se consolidaba la traición de Lenin Moreno en Ecuador; se persiguió a Cristina Fernández en Argentina, y finalmente se aúpa a presidentes lacayos neoliberales como Mauricio Macri, Sebastián Piñera y Jair Bolsonaro, en Argentina, Chile y Brasil. Así mismo estarán detrás del intento de golpe contra Nicaragua en 2018.

Se crea el Grupo de Lima cuyo único objetivo es la injerencia política en Venezuela. Una Venezuela que ya había sido considerada por Obama «amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos» y que será completamente bloqueada por la administración de Donald Trump…

Donald Trump por su parte, aplicará las medidas más salvajes del bloqueo contra Cuba, apoyará el golpe de Estado contra Evo en Bolivia, mientras continúa el ataque persistente contra Nicaragua.

En este contexto, donde el imperialismo de EEUU pierde influencia vemos como de forma entusiasta vuelve la mirada a su «patio trasero», un «patio trasero» que una vez más, como ya lo hizo otras veces en su historia trata de buscarse a sí mismo, en su propio reflejo y en el encuentro de sus pueblos.

En este contexto, donde el imperialismo de EEUU pierde influencia vemos como de forma entusiasta vuelve la mirada a su «patio trasero»

Afortunadamente en estos últimos años hemos visto con esperanza como en México ganaba el primer presidente de izquierdas en años, un presidente que ha virado la política entreguista al devenir im

Fidel Castro Ruz: «Atzo kolonia handia izan ginen; bihar herri elkartuen komunitate handia izan gaitezke. Naturak aberastasun paregabeak eman zizkigun, eta historiak sustraiak, hizkuntza, kultura eta lotura komunak eman zizkigun, Lurreko beste ezein eskualderi ez bezala».

Amerikako koloniak emantzipatu zirenetik, maila espiritualetik haragoko batasun bat, herrien benetako independentzia eta garapena bermatuko zituen eraikuntza estrategiko bat sortzeko nahia egon da. Horixe zen europarren presio kolonialetik eta iparraldeko bizilagunak pixkanaka egingo zuen presiotik askatzeko modu bakarra.

60aba500d385d.1907873_10203909281746637_3275160527504317619_n.jpg

XIX. mendea: Ametsetako lurraldea

Espainiako Inperioari zegozkion kolonia amerikarren independentzia bere garaiaren, garaiko ideologiaren, nazioarteko harremanen eta munduko potentzien kontraesan geoestrategiko eta komertzialen ondorioz gertatu zen.

Zentzu horretan, ulertu behar dugu prozesu osoa etengabeko estres politiko eta militarraren ondorio izan zela, eta emaitzaren zati handi bat borroka geoestrategiko horien mende egon zela, parte-hartzaileen boluntarismo idealaren mende baino gehiago.

XIX. mendeko 20ko hamarkada iritsi orduko, Espainiak Amerikan zituen koloniak ia osorik emantzipatu ziren. Iparraldean, Mexiko, esperientzia inperiala izan eta gero, Mexikoko Estatu Batuak gisa finkatzen hasi zen; Erdialdeko Amerikako probintziek, Mexikoko inperioarekin hautsi eta gero, Erdialdeko Amerikako Errepublika Federala osatu zuten (Guatemala, Honduras, Costa Rica eta Nikaraguaren artean); hegoaldean, Txile, Peru eta Río de la Plata probintziak ere proiektu nazionalak eraikitzen hasi ziren. Eta Karibeko hegoaldeko ertzean ere, loratzen hasi zen Bolivarren proiektu handia: Kolonbia Handia edo Kolonbiako Errepublika.

Azpimarratu beharra dago, bestalde, haien artean beti egon zela aliantza. Herrialde-proiektu berri bat oinarritik garatzeko hainbat baldintza zeuden, besteak beste, Espainiaren menderakuntzaren aurkako babes-akordioak, nagusiki militarrak, eta Europako moduko Estatu-nazioaren sentimendurik ez izatea, baina bai borroken jatorri eta etsai komun bat, Espainiako Inperioa, hain justu. 1822tik 1826ra Kolonbiako Errepublikak Peru, Mexiko, Txile, Erdialdeko Amerika eta Río de la Platarekin sinatu zuen “Unión, Liga y Confederación Perpetua” tratatuak erakusten du, esaterako, elkar ulertzeko eta laguntzeko harreman hori.

Hala ere, herri horiek ezin izango zituzten beren proiektuak modu independentean garatu, emantzipazio kolonialak gertatu zireneko testuinguru geopolitikoak erabat baldintzatuko baitzituen.

Izan ere, beste eragile batzuek zuzeneko esku-hartzea zuten eskualdearen bilakaeran eta garatzen ari ziren herrialde berrien harreman diplomatikoetan. Espainiako Inperioa zen etsai argiaren aurrean, askatzaileek Britainiar Inperioaren babesa eskatu zuten, Ameriketako Estatu Batuak sortzean Espainiako eta Frantziako Inperioek ere britainiarren kolonien independentzian lagundu zuten era berean. Hau da, potentzia inperialen arteko berezko liskarren erabilera interesatu horrek ez luke harridura sortu beharko. Are gehiago, Espainiako Inperioak armak, botikak, laguntza ekonomikoa eta 11.000 gizonez osatutako destakamentua ere eman zituen 13 kolonien iraultzari laguntzeko, Britainiar Inperioa ahultzeko asmo argiz. Iraultza hori izango zen, hain zuzen, Ameriketako Estatu Batuak sortzeko erroa. Britainiar Inperioak, berriz, oso bestelako testuinguru batean, zuzeneko edo zeharkako laguntza eman zien Hispanoamerikako askatzaileei; batez ere, Simon Bolivarri eman zion laguntza nabarmendu zen. Baina, esan bezala, testuingurua bestelakoa zen, eta une horretan gainbehera nabarmenean ikusten zuten Inperioa ahultzeaz haratago zihoan britainiarren estrategia. Aitzitik, elementu hori garrantzitsua izan arren, britainiarren asmo nabariena Hego Amerikan beren merkataritza- eta eragin-sareak irekitzea zen. Hori argi ikusi zen 1806-1807 urteetan, Britainiar Inperioak zuzenean Río de la Plata inbaditu zuenean eta Buenos Aires eta Montevideo hiriak okupatu zituenean; handik gutxira, barne-miliziek kanporatu zituzten.

60aba500d597d.11043424_10204932879055930_7709825956460804627_o.jpg

«Amerika amerikarrentzat»

Espainiako Inperioaren Ameriketako kolonien independentziaren garapenean parte hartu zuen beste eragile aktibo bat AEB izan zen. Britainiarren hamahiru koloniaren matxinadak sortutako herrialdea da AEB, eta 1776ko uztailaren 4an aldarrikatu zuen bere independentzia. Amerikako kontinenteko independentzia-prozesuetatik sortutako lehen herrialdea izan zen.

«Nazio lagun baten Kolonian matxinada bultzatuko duen programa bat babestea, hura eskuratzeko une egokian esku hartzeko asmoz», horixe zen James Madisonek –AEBko presidentea eta James Monroeren aurrekoa– Hispanoamerikako independentzia-borroken aurrean egin zuen proposamena. Edonork pentsa lezake James Madison izan zela, XIX. mendearen hasieran, «koloretako iraultzen» aitzindaria, oraindik ere Ameriketako Estatu Batuei hainbeste onura ematen dien metodo horrena.

Politika horren hasierako erreferenteen artean Floriden kasua nabarmentzen da (une horretan Espainiako Inperioarenak ziren). AEBk 20 urte baino gehiago behar izan zituen Florida anexionatzeko; horretarako, eraso armatuak erabili zituen, diplomazia eta nazioarteko presioarekin batera. Higadura-gerra hori Mexikoko lurraldearen zati bat ere bereganatzeko erabili zuen AEBk, hala nola Kalifornia, New Mexiko eta Texas. Gaur egun Kuba edo Venezuela herrialdeekin erabiltzen duen estrategiaren antzekoa da; ez zuzeneko inbasioa egitea, baizik eta eskualdean kontrol hegemonikoa ezartzea.

XIX. mendearen hasiera garai nahasia izan zen nazioarteko harremanei dagokienez; Europaren etorkizuna markatuko zuten aliantza eta estrategien jokoa izan zen, bai eta Amerikarena ere, non independentzia-prozesuen ondoren herrialde subiranoak eraikitzen hasi baitziren. Gaur egun Amerika kontinente gisa ulertzeko, funtsezkoa da garai hartan nazioarteko harremanak nola kudeatu zituzten behatzea.

Eta horrela iristen gara Monroe Doktrina ezagunera. Honako hau zen testuingurua: Europan Aliantza Santua sortua zen antzinako erregimenaren balioak iraultza liberaletatik babesteko. Testuinguru horretan, Frantziak Espainiara bidali zituen San Luisen Ehun Mila Semeak, eta bertan Rafael de Riego koronelaren iraultza liberala deuseztatzea lortu zuen. George Canning, Ingalaterrako Atzerri Arazoetarako Ministroa, harremanetan jarri zen AEBrekin, eta Aliantza Santuaren maniobra posible baten aurkako adierazpen bateratu bat sortzeko eskaria luzatu zion, haren asmoa askatutako lurralde hispanoamerikarrak absolutismo espainiar ezarri berri horretara itzultzea baitzen. Britainiarren estrategia horri berehala erantzun zioten Estatu Batuek kontraestrategia interesatu batekin, hain zuzen, Monroe Doktrina ezagunarekin: «Amerika amerikarrentzat». Doktrina horren bidez, AEBk bi gauza bermatu nahi izan zituen epe luzera: Europako kolonialismoa Amerikan zabaltzeari kontra egiteko jarrera argia azaleratzea eta, era berean, haiek Amerikan barrena hedatzeko bermea izatea. Hala, Monroe Doktrinaren egiazko egile intelektuala John Quincy Adams izan zen, Monroe presidente zenean Estatu Idazkari, eta ondoren AEBko presidente izan zena. Doktrina aurkeztu aurretiko eztabaidetan, argi utzi zuen zein zen bere benetako zioa: Estatu Batuak aukeraz baliatu behar ziren aldebakarreko adierazpen bat egiteko, «potentzia guztien eskuak lotzeko, Ingalaterrarenak barne, baina Amerikan eskuak aske, erabat aske uzteko Estatu Batuei».

Beraz, Hispanoamerika askatu berria jaio eta garatzen hasi zen testuinguruan, potentzia ugarik (batzuk inperialak eta beste batzuk, hazten ari zirenak) hura menderatzearen potentzial gozoari begiratzen zioten.

60aba500d4b1e.10980184_10204690621159634_7437050321561673329_o.jpg

Nola egin aurre egoera horri?

Testuinguru horretan, Bolivar buru zuela, «Gure Amerika» sortzeko (horrela deitzen zioten askatzaileek) estrategia kolektibo baten beharra planteatzen hasia zen. Hala, 1826an egin zen «Istmoko Batzarra» edo «Istmoko Biltzarra» nabarmendu zen (Panaman, Kolonbiako Errepublikaren zati batean, egin zelako deitu zen horrela), zeina ordura arteko ekimen diplomatikorik handiena izan baitzen. Ameriketako herrialde guztiak gonbidatu zituzten ekimen horretara, AEB barne.

Bolivarren plana hainbat interesek baldintzatzen zuten: alde batetik, AEBrekin harremanetan jarraitzea bermatu nahi zen, nahiz eta sarritan tirabiratsuak ziren, horrek herrialde gisa onarpena izaten eta independentzien gerra-prozesu osoan zehar beharrezko izan ziren merkataritza-harremanak bermatzen lagunduko baitzien. Beste alde batetik, oraindik Espainiako Inperioak kontrolatzen zituen lurraldeetatik (Kuba eta Puerto Rico) Espainiaren beste inbasio bat ekiditeko premia larria zuen.

Bigarren puntu horretan, gainera, Mexikoren interesekin bat eginez, Espainiako Inperiotik independentzia lortu berri zuten Amerikako herrialdeen arteko harremanak indartu ziren berriro.

AEBk, ordea, ez zuen begi onez ikusi Kuban esku hartzea, ez baitzuen uste Kuba independente bat erabilgarria izango zenik bere helburuetarako. Batez ere emantzipazio kolonialaren txinpartan, arraza kutsu handiko matxinadak sortuko ote ziren beldur zen, Karibeko irla horretan biztanle gehienak esklaboak baitziren; izan ere, Haitin gertatu zen bezala, matxinada barreiatu egin zitekeen eta, azkenean, bere lurraldera irits zitekeen, zeina oraindik ere esklabista baitzen. Era berean, Kuba Kolonbiari edo Mexikori eransterik edo haien artean aliantza estuak ezartzerik ere ez zuen nahi, Amerikaren erdigunea eta Karibe Itsasoa kontrolatzea ekarriko zukeelako horrek eta, beraz, AEBen hedatzeko ahalmena oztopatuko zukeelako.

Gai horien inguruan sortutako kontraesan eta interesek galarazi egin zuten behin betiko akordiorik lortzea.

XIX. mendearen amaieran eta XX. aren hasieran, caudilloen arteko gatazkak areagotu egin ziren Hispanoamerikan eratu berri ziren herrialdeetan, herrialde bakoitzeko mitologia sortu zen eta nazio arrazistak eta erabat elitistak eraiki ziren. Halako eraikuntzek are gehiago sustatzen zuen herrialde formal baten baitan liskarrak izatea eta gizarte-desberdinkeria sakonak zituzten «aberri txiki» ugari sortzea. Hala, gero eta gehiago urrundu ziren emantzipazio-ideia bateratu baten arabera herri horien garapena bermatuko zuen Aberri Handiaren ideiatik. Testuinguru horretan, AEB Frantzia edo Ingalaterra moduko potentzien antzera izaten ari zen joera espantsionistaren ondorioz, barne-gerra horiek haien interesen alde baliatu ziren, eta hain zuzen, independentziaren alde gogor borrokatu ziren herriekiko mendekotasun-loturak sortu zituzten berriro ere.

Hala, XIX. mendearen amaieran, berriro agertu zen hemeretzigarren mendeko askatzaileek defendatzen zuten «Gure Amerika» kontzeptua, ez soilik Europako inperioen kontrol kolonialaren aurkako elementu gisa, baizik eta AEBen espantsionismoaren erresistentziarako elementu gisa ere bai. Zentzu horretan, nabarmentzekoa da Jose Enrique Rodo politikari eta idazle uruguaitarraren Ariel lana, aurrez aurre jarri baitzituen «Ariel», hots, Latinoamerika, eta «Caliban», Amerika anglosaxoi, utilitarista eta espantsionista. Eta, batez ere, Jose Marti azpimarratu behar da, Kubako Aberriaren Aita, Latinoamerikaren kontzeptua birformulatu baitzuen eta Aberri Handian gertatu zen higaduraren ikuspegia gainditu baitzuen. Izan ere, Estatu Batuei Amerikaz, hitzaz eta kontinenteaz jabetzeko eskubidea ukatu zien; iparraldeko inperioarekiko zuzeneko borrokari herri latinoen panamerikanismoaren defentsa ederra erantsi zion; «Gure Amerikak» izan behar duenaren ulerkera zehatza eskaini zuen, zeinak caudilloen arteko gerren liberalismo zaharkituaren moldeak hautsi baitzituen; Amerikako mestizajea eta sinkretismoa defendatu zituen Amerika garatzeko giltzarri izan behar duten jatorrizko elementu gisa; aurrerabide soziala defendatu zuen «herrixka kolonialaren» aurrean; eta horrekin guztiarekin kontinenterako fase ideologiko berri baten oinarriak finkatu zituen. Sinbolikoaz haratago, Martirekin Amerikako herrien historiaren motor izango zen Aberri Handiaren premia larria birsortu zen.

60aba500d69fb.kkj-5_.jpg

XX. mendea: Menpeko desarrollismoa eta ekonomia ez-parekideak

«Estatu Batuek eta Mendebaldeko Europako herrialdeek iraultza burgesaren eta eraldaketa kapitalistaren ziklo guztiak egiten zituzten bitartean, bazirudien Latinoamerika kapitalismoa ezartzeko fasean trabatuta zegoela, eta hori haren garapena desitxuratzen zuten kutsu feudalekin batera bizi zela».



Urte horietan, «kanporanzko» garapen ekonomikorako sistema sortu zen, lehengaien esportazioa nagusi zuena, eta erabat menpekoa zena. Horren ondorioz, industrializazio handia izan zuten herrialdeetan ere, garapen kapitalistaren maila ertainera baino ez ziren iritsi, eta hori mendekotasunean gertatzeak ezinezko bihurtu zuen industria handiko fase batera igarotzea. Hala ere, desberdintasunak ikusten dira eskualdeen artean. Historialari eta politologo sobietar eta Latinoamerikan aditua zen Kiva Maidanik-ek, La crisis socio-política en América Latina y sus perspectivas de superación (1973) liburuan, oinarrizko hiru eremu bereizi zituen, hiru garapen-maila espezifiko dituztenak: Hego Konokoak (Argentina, Uruguai, Txile eta, neurri batean, Brasil), Latinoamerikako herrialde garatuenen taldea osatzen dutenen taldea; Andeen iparraldeko herrialdeak (Kolonbia, Peru), bigarren mailan daudenak; eta Erdialdeko Amerikako herrialdeak, herrialde atzeratuenen taldea osatzen dutenak.

Marta Harnecker-ek (Txileko soziologo marxista), Lenin. Revolución social y América Latina (1986) liburuan adierazi zuen elementu horiek guztiek eragiten dutela egiturazko krisiaren testuingurua, eta krisi hori gainditu ahal izateko ezinbestekoa dela feudalismoaren antzekotasunekin amaitzea eta kontinentean egiten den ustiapen-sistema kapitalista multiformearekin apurtzea.

XX. mendearen erdialdean, horrek erabat elkarren aurkakoak ziren bi jarrera ideologikoren arteko talka eragin zuen: alde batetik borroka sozial iraultzailea zegoen, guztiz antiinperialista, eta bestetik, industria-garapen kapitalistaren beharra defendatzen zutenak zeuden. Bigarren aukera hori, testuinguru horretan, inperialismoaren mendeko garapena onartuta baino ezin zitekeen lortu. Lehenengo blokeak 1959an Kubako Iraultzaren garaipena ekarri zuen; bigarrenak, berriz, inperialismoaren interesekin (batez ere Estatu Batuenekin) erabat lerrokatutako oligarkia parasitarioa. Bestalde, aipatu beharra dago Mexikon eta Argentinan, esaterako, garai batzuetan kapitalismo nazionalistarako prozesuak egiten saiatu zirela, eta saiakera horiek ere atzerritik eraitsi egin zirela.

Baina buelta gaitezen nazioarteko testuingurura. 1917an, Errusia tsarista zaharrean langile eta nekazarien lehenengo Estatua nagusitu zen, eta horrek bide eman zion Sobietar Errepublika Sozialisten Batasunaren sorrerari. Produkzio-modu kapitalista gainditzen zuen proiektu marxista iraultzaile baten lehen esperientzia arrakastatsua izan zen. Bigarren Mundu Gerraren ondoren, eta sobietarrek naziak garaitu eta gero, AEB (gerraren azken etapan parte hartu zuen, Aliatuen bandoan) bere boterea finkatzen hasi zen, eta kasu horretan helburu gisa SESBren aurkako borroka jarri zuen. Azken hori, pixkanaka eta bere garapen-eredu sozialista zela medio, munduko lehen potentzia bihurtu zen eta, gainera, herrien autodeterminazio-prozesuen eta antiinperialismoaren defendatzaile sutsua izan zen. Historiaren analisi materialista oinarri hartuta, inperialismoa ekoizpen kapitalistaren fase gorentzat hartu zuen.

Europako kontinentean gerrak ekarritako suntsipenaren ondorioz dena berreraiki behar zelako aitzakiarekin, Estatu Batuak Europako mendebaldeko herrialdeetan sartu ziren Marshall Plana bezalako laguntzen bidez, eta hedapen-eremu bat eta potentzia inperialisten arteko elkargune bat sortu zituen. Potentzia inperialista horiek beldur ziren haien arteko borroka berri batek Europan edo munduan sozialismoaren hedapen handiagoa eragingo ote zuen, 1917an gertatu zen bezala.

Testuinguru horretan, 1947an, Truman doktrina definitu zuen diskurtsoaren ondoren(argi eta garbi antikomunista), AEBk beste herrialde batzuetako politiketan esku hartzeko bideari ekin zion, eta baliozkotzat jo zuen komunismoa ez hedatzea funtsezkoa zela nazioaren segurtasunerako. Urte horretako irailaren 18an, CIA sortu zen (Central Intelligence Agency), komunismoa hedatzea galarazteko misioarekin. 1949an, baimen judizial, administratibo eta fiskalen beharrik gabe ikertzeko baimena eman zitzaion, eta hala jaio zen «munduaren polizia».

Horrekin guztiarekin, AEBk Latinoamerikan egindako esku-hartzeen zerrenda luzea hasi zen (estatu-kolpeak, mertzenarioen gerrilla paramilitarrak, blokeo ekonomikoak edota zigorrak), Latinoamerikako herrialdeen egiturazko krisiaren eta geldialdiaren egoera nazio-askapeneko eta garapen ekonomiko eta sozial independenterako borroka gisa lehertzea saihesteko. Zentzu horretan, Estatu Batuek helburu gisa jarri zuten Kubako Iraultza Latinoamerikako gainerako herrialdeentzat eredu ez izatea. Hala, politika antikomunistak herrien emantzipazioaren aurkako borrokaren oinarri ideologiko bihurtu ziren. Estatu Batuetan bertan ere, «sorgin-ehiza» izeneko jazarpen politiko eta sindikalak AEBko ezkerra, osorik, bere herrialdearen «etsai» bihurtu zuen. Gerra horren ondorio ideologiko, politiko, sozial eta ekonomikoak funtsezkoak izan dira gaur egun hainbat adibidetan islatzen diren kontraesanak areagotzeko, hala nola arrazakeriaren aurkako adierazpenetan, Covid birusaren krisiaren kudeaketa eskasean eta menderatze-egitura batean sortutako beste elementu koiuntural batzuetan. Egitura horrek, herrien zapalkuntzan oinarrituta, denbora irabazi nahi izan zuen historiaren beraren aurrerapenaren aurka.

1948az geroztik, AEBek hainbat estatu-kolperen bitartez esku hartu zuten, hala nola Venezuelan (1948), Paraguain (1954), Guatemalan (1954), Errepublika Dominikarrean (1963), Brasilen (1964), Argentinan (1966 eta 1976), Bolivian (1971), Uruguain (1973), Txilen (1973), El Salvadorren (1979), Panaman (1989), eta abar. Lagun zituen diktadurak ere babestu zituen, esaterako Somoza familiarena, Nikaraguan. Gogora dezagun Franklin Delano Roosevelt-ek Anastasio Somoza Garcíaz esandako esaldi ezaguna: «Putaseme bat da, baina gure putasemea da». Iraultza sandinista gertatu eta gero, AEBek contra finantzatu zuten, eta ezegonkortasuna sortzeko beste mekanismo batzuk ezarri zituen, zeinak 1990ean gobernu sandinista erortzea eragin baitzuten.

Era berean, XX. mendeko 90eko hamarkadan, egoitza Washingtonen duen The Center for Public Integrity erakundearen ikerketa baten arabera argi gelditu zen lotura estua zegoela Vladimiro Montesinos eta CIAren artean. Izan ere, Estatu Batuetako agentziak hari 10 milioi dolar baino gehiago eman zizkion eskudirutan 1990 eta 2000 urteen artean. Elementu hori funtsezkoa izan zen Alberto Fujimori-k Perun eman zuen «autokolpeari» eusteko.

AEBek, beraz, lan handia egin dute bloke bezala jokatzen eta bere hegemonia bermatzen jarraitu ahal izateko beharrezko duen «atzeko patio» hori mantentzen.

60aba500daa6f.kkj-16_.jpg

Eta, orduan, Chavez iritsi zen…

Venezuelan Prozesu Bolivartarra gertatzeko arrazoiak ez ditut banan-banan azalduko, horrek beste artikulu bat idazteko adina emango lukeelako. Edonola ere, argi dagoena eta nolabait beste agertoki batzuetan errepikatu dena da egiturazko krisiaren egoera larriagotu egin zela, klase-borroka agerikoago bihurtu zela eta horrek krisia eragin zuela hainbat herrialdetako erregimen politikoetara. Herrialde horietan, Latinoamerikako Gobernu Aurrerakoiak deritzenei bide eman zitzaien.

Sarritan, Europatik gobernu horietako askoren eta Europako apustu sozialdemokraten arteko analogia sinplea egiteko joera egoten da. Egia da kasu gehienetan prozesu herrikoiak izaten direla, gizarteko sektore askok parte hartzeko irekiak, eta ez preseski korronte marxista-leninistek gidatuak. Orduan, zergatik dira objektiboki aurrerakoiak eta zergatik ez dira Europako sozialdemokraziaren parekoak?

Hasteko, herri-mugimendu horien guztien sorrera orain arte landu ditugun kontraesan historiko guztiak areagotzea islatzen duen tentsio politikoaren barruan kokatu behar dugu. Alde batetik, inperialismoaren oldarraldiaren ondorio da, horrek subiranotasun politiko eta garapen ekonomiko independente baten falta ekartzen baitu. Beste alde batetik, herrialde horietako askotan, egiazko errealitateekin bat zetorren nazioak eraikitzeko beharra zegoen, herri horien historiak eta aniztasun etniko eta kulturalak markatutako errealitateak baitziren.

Hala, XXI. mendeko lehenengo hamarkadaren inguruan gertatu zen jario iraultzailearen une handia, kontraesanak areagotzearen eta aurreko erregimenekiko hausturaren ondorioz (herrialde bakoitzak bere egoeratik). Venezuelan, Bolivian, Argentinan, Brasilen, Hondurasen eta Ekuadorren gobernu aurrerakoiak edo, gutxienez, apurtzaileak egoteak, Nikaraguara sandinismoa itzultzeak eta testuinguru berri horrek Kubako Iraultzari eman zion babesak (SESB erori zenetik mundutik isolatuta biziraun baitzuen) agertoki berri bat sortu zuten, eta agertoki horrek herrien aurrerapen sozialerako borroka bateratuan loturak berriro ere indartzea ekarri zuen.

Bere aldetik, AEB, Gerra Hotzean irabazle izan eta gero, gainbeheran hasia zen dagoeneko, horren susmorik ez bazuen ere. 2003az eta Irakeko gerraz geroztik (AEB potentzia hegemoniko gisa bere zenitera iritsi zenean), hegemoniaren gainbehera hasi zen, eta gorantz zihoazen potentziek aurrerapen ekonomiko garrantzitsua izan zuten: Brasilek, Indiak, Errusiak, Txinak eta Hegoafrikak. AEBk amestutako polo bakarreko mundua, non inork ezin baitzion itzalik egin, gainbeheran hasi zen eta, pixkanaka, aro multipolar berri batera igarotzen hasi zen. Aro horretan, merkataritzan eta politikan AEB galtzen hasi da eragiteko zuen gaitasuna, eta, aldi berean, hegemonia militarrari eusten dio eta gerra-abenturetan dabil munduko hainbat tokitan.

60aba500d9c39.kkj-11.jpg

Multilateralismoa eta garapena Latinoamerikan

Testuinguru horretan, herrien arteko lankidetza bilatzen duten hainbat erakunde sortu dira, menderatze-egitura klasikoa hausteko asmoz. Aliantza horien izaera estrategikoaren adibide gisa aipatuko ditut ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América) eta UNASUR.

ALBA 2004ko abenduan sortu zen, Hugo Chavez Frias Venezuelako presidenteak eta Fidel Castro Kubako presidenteak bultzatuta. Kontinenteko herrialde guztiak (Kuba izan ezik) barne hartzen zituen eta 1994an Miamin sinatu zen ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) itunari erantzuteko balio izan zuen. Gogora dezagun urte horietan nazioarteko isolamenduaren bidez Kuba itotzeko etengabeko ahalegina areagotu zela. Merkataritza askeko itun hori elkarren artean oso desberdinak ziren ekonomietan oinarritzen zen eta, beraz, onuragarria zen blokeko ekonomia indartsuenarentzat, hau da, Estatu Batuentzat. Berez, itunak Ameriketako IV. gailurretik aurrera hasi behar zuen martxan, eta aldebiko harremanetan negoziatzen ziren merkataritza askeko itunen antzekoa zen. Honako gai hauek arautzen zituen, besteak beste: muga-zergen oztopoen murrizketa; merkatu, ondasun eta zerbitzu komertzialetarako sarbidea erraztea; atzerriko inbertsioa; ondasun eta zerbitzu publikoen pribatizazioa; nekazaritza; jabetza intelektualeko eskubideak; diru-laguntzak eta antidumping neurriak; lehia askea eta desadostasunen konponbidea.

ALBAk, aldiz, honako hauen alde egin zuen:

  1. Merkataritza eta inbertsioa ez izatea behar bere horretan helburu.
  2. Herrialdeei tratu berezi eta bereizia ematea.
  3. Herrialde parte-hartzaileen artean osagarritasun ekonomikoa eta lankidetza egotea, eta herrialdeen eta ekoizpenen artean lehiarik ez egotea.
  4. Eskualdean gutxien garatutako herrialdeei plan berezietan adieraziko den lankidetza eta elkartasuna ematea.
  5. Gizarte Larrialdietarako Funtsa sortzea.
  6. Latinoamerikako eta Karibeko herrialdeen arteko komunikazio bideen eta garraioaren garapen integratzailea sustatzea.
  7. Garapena jasangarria dela bermatzeko ekintzak egitea, ingurumena babesten duten arauen bidez.
  8. Con la vuelta del MAS, reforzado tras el golpe, en Bolivia; la más que presumible vuelta de un gobierno progresista a Ecuador en las elecciones del año próximo, la esperada recuperación de la Asamblea Nacional en Venezuela que facilite el desarrollo de su institucionalidad política, vemos como del reflujo podemos pasar a una nueva etapa de flujo revolucionario en América Latina. Un flujo al que se une Chile y sus protestas que han derribado la Constitución de Pinochet, un pueblo colombiano cada vez más consciente y cansado de un régimen genocida y muchos otros elementos que demuestran que Latinoamérica está en pie y que va a saber construirse mirando hacia sí misma.

    Por eso debemos atender y entender el resurgir del bolivarianismo dentro de este nuevo y a la vez tan viejo contexto de necesidad de emancipación real de la América Latina. Una idea antigua que deja atrás los elementos ideológicos propios del liberalismo del siglo XIX, los caudillismos y la construcción nacional de las patrias chicas con todas sus connotaciones elitistas y racistas y que renace entendiendo y asumiendo su propia realidad mestiza y con la convicción de que toda revolución nacional debe atender y ser a la vez una revolución social que emancipe a cada uno de los participantes de dicho territorio.

    Es por esto que la combinación entre la idea de Patria Grande y los aportes que las experiencias revolucionarias socialistas, como la inmensa Revolución Cubana, la Revolución Sandinista y los procesos de lucha incesante en todo el territorio latinoamericano son no solo un elemento objetivamente progresista y emancipador, sino que a su vez se imponen como una necesidad estratégica urgente para la lucha antiimperialista a nivel internacional.

    60aba625e3f65.blokeo.jpg

    60aba500d79eb.kkj-6.jpg

    le="font-family:'Helvetica Neue';">Eskualdeko herrialdeen arteko integrazio energetikoa.
  9. Latinoamerikako kapitala Kariben eta Latinoamerikan bertan inbertitzea sustatzea.
  10. Latinoamerika eta Karibeko kultura eta eskualdeko herrien identitatea babestea.
  11. Jabetza intelektuala arautzeko neurriak jartzea.
  12. Eremu aldeaniztuneko eta era guztietako negoziazio-prozesuetako posizioak hitzartzea beste eskualde batzuetako herrialde eta blokeekin.

Besteak beste, eskualdeko hiru herrialdetan analfabetismoa errotik deuseztatu izana nabarmentzen da: Venezuelan (2005), Bolivian (2008) eta Nikaraguan (2009). Azpimarratu beharra dago, Kuban eta Venezuelan egoitzak dituen ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina) ere medikuen prestakuntza eta ikerketa zientifiko eta teknikoan aurrerapenak egitea bultzatu baititu. Nabarmentzeko beste puntu bat komunikazio-subiranotasuna eta TeleSur informazio-kanala garatu izana da. Horrez gain, Kubaren aurkako blokeoari, Venezuelari jarritako zigorrei edo Hondurasen 2009an izandako estatu-kolpeari erantzuteko nazioarteko presioa egiteko gaitasuna duen blokea da.

ALBAz gain, UNASUR (Unión de Naciones de América del Sur) sortu izana ere azpimarratu behar da. Bertan, merkataritza-lerroez gain, garapena eta egiturak hobetzeko gaitasun kolektiboa ere sartzen dira. UNASURrekin, AEBen botere-ardatza hautsiko zuen prozesu multipolarra abiatu zen 2011n; hasieran, Hego Amerikako 11 herrialdeek hartu zuten parte.

Haien proiektuen artean, El Banco del Sur eta SUCRE moneta (merkataritza-trukeetarako) nabarmentzen dira, garapenerako espazio ekonomiko bateratua sortzen sakontzea bilatzen dutenak.

Zoritxarrez, ideia eta akordioen leherketa hori zapuztu egin da herrialde protagonistetako batzuek jasaten dituzten erasoengatik. Hondurasko 2009ko estatu-kolpearekin Latinoamerikako herriak itotzeko aro berri bat hasi zen. Hala, Obamaren agintaldian kanporatu egin zuten Hondurasko presidentea, Manuel Zelaya. Lawfare-aren bidez, AEBk Dilma Roussef Brasilgo gobernutik kanporatu eta Lula espetxeratu egin zuen. Ekuadorren, 30 auzi ireki zituen Rafael Correaren aurka, Lenin Moreno-ren traizioa egonkortzen zen bitartean. Argentinan, Cristina Fernandez jazarri zuten, eta, azkenik, Mauricio Macri, Sebastian Piñera eta Jair Bolsonaro presidente lekaio eta neoliberalak goretsi ziren Argentinan, Txilen eta Brasilen. Era berean, 2018an Nikaraguaren kontrako kolpea ematen saiatu ziren.

Limako Taldea ere sortu zuten, Venezuelan politikoki esku-hartzea zuena helburu bakar. «Estatu Batuetako segurtasun nazional eta kanpo-politikarako ezohiko mehatxu» gisa definitu zuen Obamak Venezuela, eta Donald Trumpen administrazioak erabat blokeatu zuen.

Trumpek, bestalde, Kubaren aurkako blokeoaren neurririk basatienak ezarri zituen, Bolivian Evoren aurka egindako estatu-kolpea babestu zuen, eta Nikaraguaren aurka etengabe oldartzen jarraitu zuen.

Gaurko testuinguruan, AEBen inperialismoa eragina galtzen ari den honetan, ikusten ari gara zer gogotsu begiratzen dion berriro ere bere «atzeko patioari». «Atzeko patio» hori, beste behin ere, bere burua bilatzen saiatzen ari da, bere islari eta bere herrien arteko topaketari begira.

Zorionez, azken urteotan itxaropenez ikusi dugu nola irabazi duen Mexikon azken urteetako lehen presidente ezkertiarrak. Izan ere, bere aurrekoek ez bezala, presidente berriak irauli egin du inperialismoaren mendeko politika, eta aldaketa esanguratsuak egin ditu eskualdeko aliantza eta ardatzetan. Hala, ikusi genuen Lopez Obradorek Evo Moralesi bere herrialdean jaso zuela hark herrialdean estatu-kolpea jasan ondoren; Nicolas Madurok kargua hartu zuenean ere haren ondoan ikusi genuen; Limako Taldearekin hautsi duela ere ikusi dugu, eta injerentziarik ez egiteko politika ezartzea eskatu duela. Era berean, ikusi genuen Amerikako Estatuen Erakundea (edo OEA, Organización de los Estados Americanos) lotsarazi egin zuela, Boliviako estatu-kolpean izandako rolagatik.

Bolivian, MAS itzuli da, kolpearen ondoren indarberrituta. Ekuadorren, pentsatzekoa da datorren urteko hauteskundeetan gobernu aurrerakoi bat itzuliko dela herrialdera. Venezuelan, Batzar Nazionala berreskuratzea eta horrek politika instituzionala garatzen lagunduko duela uste da. Horrekin guztiarekin, ikusten da atzerapausotik berriro ere aurrerapausoen aro iraultzaile batera igaro gaitezkeela Latinoamerikan. Aurrerapauso horiekin, gainera, bat egin du Txilek ere, bertako protestek Pinocheten Konstituzioa bertan behera uztea lortu baitute. Kolonbiako herria gero eta kontzienteago da eta nekatuago dago erregimen genozida batekin, eta beste elementu askok erakusten dute Latinoamerika zutik dagoela eta bere buruari begira eraikitzen jakingo duela.

Horregatik ulertu behar dugu bolivarianismoa berpiztu egin dela, Latinoamerikaren benetako emantzipazio premiaren testuinguru berri eta aldi berean zahar horretan. Ideia zahar horrek atzean uzten ditu XIX. mendeko liberalismoaren elementu ideologikoak, caudillokeriak eta aberri txikien eraikuntza nazionala, konnotazio elitista eta arrazista guztiekin. Ideia hori, bestalde, bere errealitate mestizoa ulertuz eta bere gain hartuz birsortzen da, eta erabat sinetsita dago iraultza nazional orok lurralde horretako parte-hartzaile guztiak emantzipatuko dituen iraultza sozial ere izan behar duela.

Horregatik, hain zuzen, Aberri Handiaren ideia eta iraultza sozialisten esperientzien ekarpenak (hala nola Kubako Iraultza izugarria, Iraultza Sandinista eta Latinoamerika osoan etengabe gertatzen diren borroka-prozesuak), objektiboki aurrerakoi eta askatzaileak izateaz gain, estrategikoki ere ezinbestekoak dira nazioarteko borroka antiinperialista gauzatzeko.

60aba625e3f65.blokeo.jpg

60aba500d79eb.kkj-6.jpg